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SOLOMILLO x BERENJENA= «ACUNA PATATA»

11 Sep

¿Tienes un solomillo y  no sales de roquefort, mostaza, pimienta o whisky?. Ningún problema: 2 berenjenas y dos patatas grandes y…,  sí ya sé que parece demasiado simple, pero con una salsa y un buen aliño…, ya me contaréis.

Solomillo al oloroso con berenjenas

Ingredientes para 4 personas:

  • Un solomillo de 600 gramos
  • 2 berenjenas grandes
  • 2 patatas nuevas grandes
  • 4 lonchas gruesas de queso de cabra
  • Medio vaso de vino oloroso
  • Medio vaso de aceite de oliva virgen extra
  • Medio vasito de vinagre balsámico
  • 2 cucharadas de azúcar
  • Un chorro de leche
  • 25 gramos de mantequilla
  • sal y pimienta

Preparación:

Pelamos y cortamos las berenjenas en dados pequeños y las vamos salteando.

Pelamos, lavamos y cortamos las patatas y las ponemos a cocer hasta que estén tiernas.

Cuándo las berenjenas estén al dente, ponemos el vinagre de módena, esperamos un minuto que pierda un poco de fuerza y echamos el azúcar con el fuego fuerte medio minuto y luego a fuego lento, 3 o 4 minutos más, apartamos y escurrimos el exceso de líquido si lo tuvieran y reservamos en un plato.

Preparamos el puré con un  chafa patatas o un tenedor, no usamos batidora porque deja una textura gomosa. Le añadimos la leche caliente y la mantequilla y rectificamos de sal y pimienta. Mantenemos templado mientras asamos el solomillo.

Cortamos el solomillo en rodajas finas y lo ponemos en la sartén bien caliente con muy poco aceite, el tiempo justo de sellar la carne.

Mantenemos la carne en un lugar templado, ponemos la sartén que hemos usado para asar la carne a fuego  fuerte  y desglasamos con el oloroso. Ponemos media cucharada de harina y movemos sin parar para deshacer los grumos, con unas varillas. Añadimos 4 lonchas de queso de cabra desmenuzadas y sin la corteza y rectificamos de sal a gusto de cada uno, si nos gusta más o menos dulce. Esperamos a que se deshaga bien el queso y mantenemos a fuego mínimo.

Ponemos en el centro de un plato, un aro de emplatar de 4,5 x 8 cm y vamos montando el pastel, primero ponemos una capa de puré de patatas, la alisamos, colocamos encima otra de berenjenas y sobre ellas las lonchas de solomillo, apretando un poco e intentando que queden por el lado más apetecible, por último regamos la carne con la salsa de oloroso al queso y retiramos el aro.

Podemos acompañar de una ensalada de hojas variadas con piñones o manzana a la plancha que le va muy bien al cerdo.

Frase del día: la berenjena ni hincha ni llena

Las berenjenas son  bayas de formas variadas, siendo las especies más consumidas: Long Purple, larga y morada, Easter Egg de forma ovoide y color blanco, la Black Enorma que como su nombre indica es una de las variedades de mayor tamaño y Serpentinum alargada y de color verde claro.
Su nombre científico es «solanum melongena», es de la familia de la Solanáceas, junto a especies tan esenciales en la cocina mediterránea como el tomate o el pimiento.

Valor nutritivo y propiedades:

Contiene una elevada cantidad de agua y su porcentaje de proteínas, hidratos y grasas es muy bajo. Contiene muy poca fibra.

Es rica en Potasio y tiene pequeñas cantidades de calcio, magnesio y fósforo,vitamina C y provitamina A.

Es rica en elementos Fitoquimicos,  igual que el tomate, por lo que su consumo regular protege contra la formación de cánceres.

Inconvenientes:

No debe consumirse cruda porque tiene cierta cantidad de solanina, un alcaloide tóxico que se encuentra más concentrado en los frutos poco maduros y puede provocar migraña y alteraciones gastrointestinales.

Si se fríe, absorbe gran cantidad de aceite, lo que aumenta mucho su valor calórico.

Ventajas:

Tiene escaso valor calórico, si la consumimos asada, hervida o en adobo. En cremas o junto a otras verduras, puede formar parte de muchas dietas de adelgazamiento.

Cocida y pelada es muy fácil de digerir y por tanto apropiada para quienes padecen trastornos digestivos.

Cocinada con poca grasa estimula la función del hígado y la vesícula biliar, favoreciendo suavemente la eliminación de la bilis, por lo que podemos considerarla un tónico digestivo.

La manera de prepararla para que nos dé resultados óptimos, es salarla 30 minutos antes de su cocción, para eliminar su contenido en jugos amargos, reducir su humedad y conseguir una pulpa más densa que absorba menos aceite durante su preparación. Después se enjuaga para eliminar el exceso de sal y se seca con papel absorbente.

Por lo general, las berenjenas más sabrosas son las más tiernas y firmes, de unos 5 a 8 cm de diámetro, con la caścara lisa y brillante. El color, que varía según la variedad, debe ser uniforme, sin manchas, arrugas ni zonas blandas. Las más grandes y demasiado maduras suelen resultar fibrosas y amargas.

Un truco para saber si están bien maduras, consiste en hacer una ligera presión con los dedos sobre el borde de éstas, si los dedos dejan huella, están maduras; si tras la presión no quedan marcas, aún no han alcanzado la madurez óptima.

Deben consumirse lo antes posible y conservar en la nevera, sin envolverlas para que respiren. Conviene mantenerlas aisladas del resto de verduras y frutas, porque reaccionan con el gas etileno producido por éstas y se estropean antes.

Es la única Solanácea que no vino de América, sino que llegó a España de la mano de los árabes en la Edad Media, junto a las espinacas, la caña de azúcar, el arroz, los albaricoques o los cítricos, entre otros productos.

Un detalle muy interesante es que entre las muchas recetas árabes que se conservan de aquella época, destaca una denominada La Alboronía, esta palabra viene del árabe Al-baraniyya y en su origen, era un guiso de berenjenas que llevaba ajo, cebolla, calabaza y frutos secos triturados ( cuyo uso se fue perdiendo con el paso del tiempo ). La Alboronía árabe, es la madre de todos los pistos, entre los que se incluye por supuesto el famoso «ratatouille»

Caviar de berenjenas:

  • Una cucharada de semillas de sésamo
  • 3 cucharadas de vinagre de módena
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 cucharadas de tomate frito (mejor casero)
  • 2 berenjenas medianas

Partimos las berenjenas a lo largo,  las untamos de aceite y las salamos, metemos en el horno a 190º hasta que estén tiernas.

Sacamos la carne a las berenjenas y  la ponemos en el baso de la batidora, junto al aceite, el vinagre, el tomate frito, las semillas de sésamo y un poco de sal. Batimos todo y metemos al frío.

Servimos sobre tostas coronadas de unas lascas de queso graso.